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miércoles, 13 de enero de 2016

La logística bajo más presión: ¿cómo afecta el TERRORISMO a la cadena de suministro?

Los últimos atentados terroristas han alarmado a la población y han producido reacciones en los políticos de países de todo el mundo. Desde el atentado al Airbus A321 rusopasando por los atentados en Beirut, y los atentados coordinados en París, han tenido un impacto sustancial en las reacciones de los diferentes países, creando nuevos escenarios y complicaciones a la logística.





En el caso de Francia, la decisión de cerrar las fronteras e iniciar controles de personas y mercancías que circulan a través de su territorio, ha creado muchos retrasos en los transportes por vía terrestre y marítima, en el interior de la Unión Europea. Esta reacción, totalmente justificada y comprensible, que supuso la rescisión parcial y temporal del Acuerdo de Schengen, ha demostrado lo poco preparada que está la UE para estos casos: se han producido colapsos circulatorios y largas colas de camiones (de hasta 40 Kilómetros cerca de las diferentes fronteras con Francia), que han significado retrasos en las entregas que se pueden contabilizar por decenas de millones de Euros.
 Las cadenas de suministro van a tener que adaptarse a estas nuevas realidades. En el futuro próximo, veremos el nacimiento de nuevas decisiones en medidas de protección antiterrorista, que implicarán un mayor flujo de la información de los productos y personas que se están transportando. En este sentido, el transitario y el representante aduanero, deberán jugar un papel muy importante en lo que se refiere a la transmisión de datos relativos a las identidades de las mercancías transportadas a través de las fronteras, así como sus remitentes y destinatarios. Los atentados terroristas no son el único factor que influye actualmente en la cadena logística. La masiva oleada de inmigrantes que ha recibido la Unión Europea (de personas huyendo de las guerras de Siria, Oriente Medio o Afganistán), ha creado muchas dificultades en el transporte interno de la Unión Europea. Uno de los puntos que mayores problemas ha registrado, según la British Standard Institution (BSI) Supply Chain Solutions,  es el puerto de Calais, donde las huelgas locales y la interferencia de inmigrantes ilegales introduciéndose en camiones para cruzar el Estrecho (lo que obliga a mayores controles y revisiones), han generado enormes retrasos en el transporte. Las presencias ilegales en el interior de camiones además crea daños a la mercancía (robos o roturas), y en algunos casos, la pérdida total de la mercancía (productos farmacéuticos que deben viajar en condiciones de esterilidad, por ejemplo).
La BSI también ha reportado severas dificultades en las fronteras del sur de Alemania, dificultando el comercio con Italia, la República Checa, Hungría y Austria y su salida hacia el sur.

Por otro lado, el control por parte del denominado Estado Islámico del puerto mediterráneo de Sirte en Libia, encendió las alarmas de la seguridad de la navegación en el Mediterráneo. EI manifestó su intención de atentar desde ese puerto contra los buques que navegasen por el Mediterráneo (en clara réplica a las acciones de los piratas Somalíes en el 2010 y 2011). Fuentes de la Empresa de Inteligencia Británica, Dryad Maritime, han asegurado que el EI actualmente no tienen suficiente infraestructura como para poder hacer realidad estas amenazas.

Hans Freixas, consejero delegado APR
ADUANAS PUJOL RUBIÓ

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